La escoliosis

Consideraciones generales:

La columna vertebral, o espina dorsal, ayuda a mantener el cuerpo erguido. Sin ella, no podrías caminar, correr ni hacer deporte.
La columna vertebral tiene tres leves curvaturas: una en el cuello, una en la parte superior de la espalda, y otra en la parte inferior de la espalda.
Estas curvaturas son normales y se pueden ver desde una vista lateral.

Al mirarse al espejo de lado o mirar a un amigo de perfil, es posible darse cuenta de esta condición.. A pesar de esta leve curvatura vista de perfil, una columna vertebral sana parece descender en línea recta por el centro de la espalda.

Definición:

El término escoliosis proviene de una palabra griega que significa “torcido”. Es una deformación de la columna vertebral que muestra una flexión lateral a la izquierda o/y la derecha, una rotación de las vértebras flexionadas y una rectificación del perfil sagital. En otras palabras, la curva fisiológica de la cifosis torácica está rectificada. La escoliosis puede tener una curva o varias.

Frecuencia:

Aproximadamente tres de cada cien personas tiene algún tipo de escoliosis, aunque para la gran mayoría no representa ningún problema.
Tanto los niños como las niñas pueden desarrollar escoliosis. Más o menos el mismo número de niños que de niñas desarrollan la forma leve. Las formas moderada y severa son más comunes en las niñas.
Hasta 10 de cada 100 jóvenes desarrollarán por lo menos un caso leve de escoliosis. Solamente algunos de estos casos se convertirán en moderados o severos.
La escoliosis es más frecuente en algunas familias que en otras. También ocurre con mayor frecuencia en personas que tienen parálisis cerebral, polio, distrofia muscular o espina bífida.
La escoliosis se desarrolla usualmente durante los años en que los huesos crecen más rápidamente (entre 9 y 14 años de edad). Con frecuencia se detecta por primera vez alrededor de los 11 años de edad.

Epidemiología:

La escoliosis suele manifestarse en la adolescencia y tiene tendencia a progresar hasta el término del crecimiento físico. La mayoría de las escoliosis se detectan entre los 10 y 12 años. Pero la deformación empieza entre los 5 y 8 años.

En 2-4% de la población existe una escoliosis con una curva de más de 10º grados. Una curva inferior a 10º no se considera escoliosis.

La enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia en el sexo femenino, en una relación de 4:1 con respecto al sexo masculino.

La causa de la manifestación y el momento de su inicio se desconocen. Como los pacientes no sufren dolor, la escoliosis pocas veces llega a detectarse en la fase inicial. Sin embargo, el diagnóstico precoz es importante ya que cuanto antes se diagnóstica tanto mejor es el pronóstico.

Causas:

Nadie conoce la causa del tipo más común de escoliosis, denominada escoliosis idiopática. (“Idiopático” es una palabra curiosa que significa de causa desconocida). Los médicos saben que la escoliosis se da en las familias. De modo que, si uno de los padres, una hermana o un hermano tiene escoliosis, otro más podría tenerla.

La mayoría de tipos de escoliosis afectan más a las niñas que a los niños y las niñas con escoliosis son más propensas a requerir tratamiento.

Clasificación:

• Escoliosis congénita.
• Escoliosis neurógena.
• Escoliosis miógena.
• Escoliosis en base a enfermedades metabólicas o sistémicas.
• Escoliosis idiopática.

La escoliosis idiopática (es decir, con causa desconocida) es la más frecuente con una frecuencia del 85%, por lo que las explicaciones ofrecidas en esta página se centran en ella.

Riesgo:

Las personas casi nunca sienten dolor cuando se está desarrollando la escoliosis. Por eso es muy importante hacerse exámenes regularmente. Si la escoliosis se detecta tempranamente, se puede recibir tratamiento que puede controlar la condición o prevenir otros problemas.
Si la curvatura aumenta, puede que eventualmente se sienta dolor, se pierda flexibilidad y parezca encorvado. También se puede estar más propenso a desarrollar artritis, infecciones respiratorias y problemas cardíacos a medida que se va envejeciendo.

Los padres pueden identificar las señales tempranas de la escoliosis. Ellos pueden ver algunas señales cuando su hijo está vestido. Los dobladillos de sus pantalones o camisas se pueden ver disparejos.
Pero las señales más tempranas se pueden ver solamente con una clara mirada a su espalda.
Los exámenes en casa pueden iniciarse a los nueve años y se deben hacer cada seis meses hasta cumplir 14 años.
Aunque tenga una o más de estas señales, no necesariamente quiere decir que tiene escoliosis.
Pero para estar seguro, sus padres deben llamar a un médico o clínica para preguntar si es recomendable hacerle un examen.
Cuando le estén haciendo un examen médico regular, pídale al profesional de salud que le examine para detectar la escoliosis. Los exámenes físicos para la escuela, los deportes o campamentos de verano se pueden aprovechar para verificar si hay escoliosis.

Síntomas:

Alguien con escoliosis puede tener una espalda desviada en forma de “S” o de “C”. Pude o no resultar perceptible por otras personas. Aunque las desviaciones leves no suelen provocar problemas, las desviaciones más marcadas pueden provocar malestar.

Los pacientes raras veces refieren molestias. Lo más frecuente es el dolor de espalda, sobre todo durante o después de realizar trabajos pesados, así como en el deporte de alto rendimiento.

Otras características externas de la escoliosis:

• Hombros desnivelados
• Caderas desniveladas
• Triángulos asimétricos entre tronco/pelvis y brazos colgantes
• Escápula prominente y al lado de la convexidad mayor
• Gibosidad torácica

Diagnóstico:

A veces la escoliosis es claramente perceptible. Una columna vertebral desviada puede hacer que el cuerpo de la persona se incline hacia la izquierda o la derecha. Muchos niños con escoliosis tienen un hombro más alto que el otro o la cintura asimétrica con una clara tendencia a ladearse hacia un costado. Estos problemas pueden ponerse de manifiesto cuando el niño se está probando ropa nueva. Si una pierna del pantalón le queda más corta que la otra, el niño podría tener escoliosis. También es posible que el niño no tenga escoliosis, sino que tenga una pierna un poco más corta que la otra o las costillas asimétricas.

En la escuela o en la consulta del médico es posible determinar si se tiene escoliosis. Se trata de una prueba sencilla denominada “prueba de flexión de tronco adelante” y no duele nada. Consiste en inclinarse hacia delante, sin flexionar las rodillas, y tocarse los pies o tocar el suelo con la punta de los dedos de las manos. Entonces, un médico o enfermero examinará la espalda para ver si la columna está desviada o si las costillas son asimétricas.
Para el diagnóstico preciso de la escoliosis es imprescindible disponer de radiografías.

Tratamiento:

Es posible que el médico opine que la desviación no es lo suficientemente grave como para requerir tratamiento.

Si se necesita tratamiento, se debe acudir a un médico especializado, denominado ortopedista o cirujano ortopédico. Probablemente el ortopedista empezará intentando averiguar lo grave que es la desviación de la columna. Para ello, examinará las radiografías y medirá los grados de la desviación de la columna.

Una persona que tenga una leve desviación de columna probablemente solo necesitará que le hagan revisiones médicas periódicamente para asegurarse de que la desviación no empeora. Alguien con una desviación más grave puede tener que usar corsé o someterse a una operación.

Tratamiento según el grado de desviación:

• Menos de 10º de curva
No hablamos de escoliosis.
Aún no está indicado un tratamiento específico.
Es recomendable realizar un control cada 3-6 meses.
También se recomienda ejercicio físico.

• 10º – 20º de curva
Se debe iniciar fisioterapia según el método de Schroth.

• 20º – 30º de curva
Se requiere una combinación de:
• Fisioterapia tridimensional según Schroth
• Rehabilitación intensiva hospitalaria
• Corsé Chêneau–Rigo

• 30º – 60º de curva

En edades tempranas, es decir con anterioridad de la pubertad, resulta imprescindible el tratamiento con el fin de evitar la intervención quirúrgica:
• Fisioterapia con un corsé de óptima corrección.
• Rehabilitación intensiva hospitalaria repetitiva.
• Fisioterapia según Schroth.
• Programa de entrenamiento.

Tratamiento de la escoliosis con corsé:

Un corsé no permite corregir permanentemente las desviaciones de columna que ya han tenido lugar. En la escoliosis, los corsés se utilizan para sujetar la columna vertebral en su sitio a fin de que la desviación no empeore. Algunos corsés están diseñados para llevarlos puestos solo por la noche y otros para llevarlos tanto de día como de noche.

Si se necesita llevar un corsé, el médico informará qué tipo es el más adecuado. Los corsés se deben utilizar mientras la columna vertebral está creciendo, especialmente cuando crece muy deprisa durante el “estirón de la adolescencia”. Por este motivo, un niño con escoliosis pasará menos tiempo con corsé conforme vaya haciéndose mayor y se vaya aproximando a su estatura adulta. Una vez la columna deja de crecer, el corsé deja de ser necesario o eficaz.

Los médicos se esfuerzan por mejorar los corsés para los niños con escoliosis, de modo que ahora pesan menos, son más cómodos y más fáciles de usar que antes. Hay muchos tipos diferentes de corsés. Los niños con escoliosis suelen llevar un corsé denominado “Ortesis tóraco-lumbo-sacra”, o corsé TLS, para abreviar. Este tipo de corsé se ajusta por debajo de los brazos y es más cómodo que los corsés de mayor tamaño.

Tratamiento quirúrgico de la escoliosis:

Los corsés suelen dar buenos resultados, pero algunos niños con escoliosis importante necesitan, a la larga, someterse a una intervención. Cuando un niño se somete a este tipo de operación, recibirá anestesia, una medicina que duerme a la gente y evita el dolor durante la operación. En la intervención, el cirujano ortopédico fusiona los huesos de la columna para que esta no se siga desviando. El cirujano también utiliza varillas metálicas y tornillos para corregir la desviación y mantener todo alienado hasta que los huesos cicatricen. Las partes metálicas se introducen profundamente bajo los músculos vertebrales y en la mayoría de los casos no se notan ni duelen. Una vez introducidas, se dejan en la espalda permanentemente.

La operación dura varias horas, dependiendo de lo marcada que sea la desviación y de cuántos huesos deban fusionarse. Normalmente, un niño que se somete a esta operación podrá levantarse de la cama y empezar a caminar al día siguiente, no necesitará llevar yeso ni corsé y generalmente podrá volver a casa en menos de una semana. Habitualmente, los niños pueden volver a ir a la escuela aproximadamente un mes después de la intervención, reanudar algunas de sus actividades al cabo de tres o cuatro meses y realizar la mayoría de actividades normales al cabo de seis a 12 meses. Pero es preciso tener en cuenta que la intervención y el tiempo de recuperación son distintos en cada paciente, en función del tipo de cirugía realizada y de la edad del paciente.

Varilla metálica en la espalda de un niño:

Puede parecer extraño, pero esa varilla desempeña una importante función mientras los huesos crecen conjuntamente: corregir la desviación y sujetar la columna vertebral en su sitio durante el proceso de cicatrización. El niño todavía seguirá pudiéndose mover para acariciar a un perro, hacer largos de piscina y encestar canastas. Una vez que los huesos se fusionen, la varilla metálica dejará de ser necesaria. Pero, como no duele, se dejará allí. Para retirarla, habría que realizar otra intervención. Antes de que se utilizaran varillas metálicas, un niño intervenido de escoliosis tenía que llevar puesta un yeso corporal durante hasta un año para que la columna se mantuviera en su sitio durante el período de recuperación.

Con el tiempo, los tratamientos de la escoliosis han mejorado y cada vez hay más niños con escoliosis que llevan una vida normal. Los médicos no conocen ninguna actividad, incluyendo el deporte, que pueda empeorar la escoliosis. Pero los niños que tengan que operarse de escoliosis deberían hablar con sus médicos sobre cómo participar en distintas actividades de una forma segura.

La escoliosis puede desviar algo la espalda, pero con el cuidado adecuado, un niño puede crecer sano y sentirse bien.

Evolución:

La evolución de la escoliosis es singular en cada caso. No existen patrones comunes y aplicables universalmente.
Sin embargo, sí se puede decir que los casos de escoliosis diagnosticados precozmente tienen una evolución menos grave.

Pronóstico:

Los siguientes aspectos son significativos de cara a un pronóstico de la tendencia progresiva de la escoliosis.

Número de curvas: cuánto más elevado el número de curvas, peor.
Edad: cuánto más joven sea el paciente, peor.
Rotación: cuántos más grados y más ángulos de rotación, peor.
Sexo: peor en niñas que en niños.
Menarquia: pre-menarquia peor.
Signos de madurez ósea: cuánta mayor inmadurez, peor.
Perfil sagital: cuánto más rectificado, peor.

Prevención:

Al desconocerse la causa de la enfermedad, tampoco existen recomendaciones para prevenir la escoliosis.

Dr. Avilio Méndez Flores

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