Ronquera

Sinónimo: Disfonía: Voz alterada

Término alternativo:

Afonía: pérdida total o parcial de la voz.

Definición:

La voz es un tema de investigación actual en el campo de la otorrinolaringología. Sin embargo, no hay estudios basados en hallazgos científicos que se centren en el diagnóstico y tratamiento de la disfonía. Como positivo, se reconoce que se ha logrado una mejor definición de las infecciones, alergia, reflujo e irritantes ambientales relacionados con la laringe, al igual que la diferenciación entre el entrenamiento y las características de las mucosas.

La ronquera, o disfonía, es el resultado de la dificultad para producir sonidos al tratar de hablar, o un cambio en el tono o calidad de la voz, la cual puede sonar débil, excesivamente velada, chillona o ronca.

Por lo general, la ronquera se atribuye a un problema en las cuerdas vocales y la mayoría de los casos están asociados con inflamación de la laringe (laringitis).

También puede tornarse persistente (por semanas o meses) y ser causada por una variedad de problemas que van desde triviales hasta peligrosos.

Causas comunes:

Enfermedades del aparato respiratorio: Entre estas la más importante es la laringitis, también la faringitis, la amigdalitis (anginas), alergias (hipersensibilidad a una particular sustancia que, si se inhala, ingiere o se toca, produce unos síntomas característicos), nódulos, tumores, etc. Inhalación o ingestión de sustancias irritantes (pimienta, vinagre, productos químicos abrasivos, etc.). El hábito de fumar, el alcohol u objetos extraños puede originar un cambio temporal o permanente de la voz. Tos (puede ser producida por alergias o por algunas enfermedades como la bronquitis). Malos usos de la voz: El forzar demasiado la voz por motivos de trabajo (maestros, cantantes, vendedores, relaciones públicas, etc.), como una manera de mostrar el enfado (grandes gritos de rabia o reprimenda), los lloros prolongados, especialmente en los niños, pueden causar los mismos resultados. Enfermedad viral. Reflujo gastroesofágico (ácido estomacal que irrita la laringe).

Otras causas:

• Debilidad generalizada causada por otras enfermedades.
• Amigdalitis (inflamación de una amígdala o ambas.
• Cuerpo extraño en el esófago o la tráquea.
• Mononucleosis infecciosa (fiebre glandular).
• Goteo retronasal (secreción).
• Nódulos o parálisis de las cuerdas vocales (postoperatoria).
• Broncoscopia u otros exámenes (temporal).
• Pubertad.
• Cáncer de la laringe.
• Fractura laríngea.
• Trastornos psiquiátricos, mentales (Neurosis histérica, fonastenia, síndrome de ronquera por estrés).

Una voz afónica, o con un timbre o intensidad diferente puede aparecer en ciertos casos de nerviosismo. A veces surge ronca o, a veces, aguda y chillante como un pitido.

Anatómico Obstrucción traqueobronquial Laringoespasmo. Edema laríngeo

Manipulaciones de la laringe: Ciertas operaciones o procedimientos médicos como una operación de pólipos, una inserción de cánulas para una revisión del aparato digestivo o respiratorio (broncoscopia) pueden producir afonías o cambios de la voz.

El frío excesivo: El contacto del frío con la garganta bien mediante el clima o al beber agua fría o helados puede producir un cambio en la voz.

Diagnóstico:

Ante una pérdida de la voz, voz que no se oye, voz ronca y hasta de baja intensidad hay que tener presente si:

• Hay dificultad para respirar o deglutir junto con la ronquera.
• La ronquera está acompañada de babeo, en especial en un niño pequeño.
• La ronquera se presenta en un niño menor de 3 meses de edad.
• La ronquera ha persistido por más de 1 semana en un niño o más de 2 semanas en un adulto.

En estas condiciones la asistencia médica debe ser inmediata y una vez que la condición de la persona esté estable, el médico examinará la garganta y la boca. A la persona se le harán preguntas acerca de los síntomas y la historia clínica, en cuanto a la calidad, el tiempo, los factores agravantes y otros síntomas acompañantes como fiebre, tos y debilidad.

Algunos de los exámenes médicos que se realizan son:

• Conteo sanguíneo completo, o fórmula leucocitaria.
• Examen de la garganta con un espejo pequeño.
• Tomografía axial computarizada o radiografía del cuello.
• Laringoscopia (visualización de la laringe con laringoscopio)
• Cultivo de muestra faríngea.

Tratamiento:

La ronquera puede ser aguda o crónica, pero el tratamiento es el mismo en la mayoría de los casos.

El reposo y el tiempo son en realidad la única forma de curar la ronquera que no está asociada con otros síntomas. El hecho de llorar, gritar, hablar o cantar en exceso tendrán como único efecto el empeoramiento del problema. Se debe tener paciencia, dado que el proceso de curación puede tomar varios días. Es recomendable no hablar, a menos que sea estrictamente necesario, y evitar susurrar, dado que puede causar más tensión en las cuerdas vocales que el hecho de hablar.

La humidificación del aire con un vaporizador o la ingestión de líquidos pueden proporcionar algún alivio.

Se deben tratar otros trastornos subyacentes como bronquitis, alergias, laringitis o alcoholismo, tabaquismo.

Una afonía o cambio de la voz que no desaparece en tres o cuatro días requiere la atención de un especialista para que diagnostique las causas reales del problema.

Cuidados generales:

La ronquera puede ser aguda o crónica, pero el tratamiento es el mismo en la mayoría de los casos.

El reposo y el tiempo son en realidad la única forma de curar la ronquera que no está asociada con otros síntomas. Este tipo de ronquera es muy resistente al tratamiento médico. El hecho de llorar, gritar, hablar o cantar en exceso tendrán como único efecto el empeorar el problema. Se debe tener paciencia dado que el proceso de curación puede tomar varios días. Se recomienda no hablar, a menos que sea estrictamente necesario, y evitar susurrar puesto que puede causar más tensión en las cuerdas vocales que el hecho de hablar.

Las gárgaras no tienen ningún efecto terapéutico en las cuerdas vocales. Se deben evitar los descongestionantes porque resecan las cuerdas vocales y prolongan la irritación. En caso de fumar, se debe reducir o dejar el consumo del cigarrillo.

La humidificación del aire con un vaporizador o la ingestión de líquidos pueden proporcionar algún alivio.

Si se presenta dificultad respiratoria grave, la primera prioridad es asegurarse de que haya una respiración normal, para lo cual puede ser necesario colocar un tubo respiratorio

Dr. Avilio Méndez Flores



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