Presbicia

 

Otros nombres:

Vista cansada, presbiopía

 

Definición:

La presbicia es una alteración progresiva y esperada de la visión cercana. Esta palabra proviene del griego presbys que significa viejo y opos – opto que significa ojo. El sistema acomodativo del ojo, mediante el cual éste se contrae y se relaja modificando la forma del cristalino permite a la persona ver de lejos y de cerca sin el auxilio de lentes correctivos o con el uso de ellos para visión lejana corrigiendo un defecto preexistente como miopía, hipermetropía ó astigmatismo.

La presbicia (conocida popularmente como vista cansada) es la consecuencia de una pérdida progresiva de la capacidad que tiene el ojo para enfocar y producir en la retina una imagen nítida de los objetos que están cerca (acomodación). Al aumentar la edad, va disminuyendo paulatinamente la amplitud de acomodación. Este proceso se produce desde la adolescencia, que es cuando mayor amplitud de acomodación tenemos. Cuando la amplitud de acomodación disminuye hasta ser solamente de 4 dioptrías, empezamos a notar dificultades para ver nítido a la distancia próxima. A este fenómeno le llamamos presbicia.

 

Consideraciones generales:

Muchos adultos comienzan a manifestar tener la vista cansada. Su principal síntoma es que cuando están leyendo la visión es borrosa. Se trata más bien de una cuestión de deterioro inherente a la edad, ya que con el tiempo la vista, al igual que otras partes del cuerpo, pierde su capacidad.

Una vez que se entra en los cincuenta, todos estamos expuestos a padecer un fenómeno natural que afecta nuestra percepción. Nos referimos a la presbicia, una alteración de la visión puramente mecánica en que el cristalino comienza a endurecerse y por falta de acomodación se va perdiendo la facultad de enfocar y por lo tanto de ver de cerca. Es muy normal ver a un hombre adulto alejar el diario porque no lo puede leer.

Este problema es sumamente común, y afecta a más de dos millones de personas que no pueden leer bien a causa de la presbicia.

La presbicia no puede solucionarse con lentes convencionales. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado diferentes mecanismos y prótesis visuales que sirven a las personas con presbicia para ver mejor.

Aunque muchos temen por esta manifestación, que asoma a la tercera edad, el 100 por ciento de los seres humanos cuarentones que nunca han usado lentes, alejan los textos a 50 centímetros de distancia, aproximadamente, para detallarlos con nitidez.

Como es un proceso asociado a la edad, se puede iniciar en la niñez sin ser notado. A medida que la persona envejece los ojos sufren ciertos cambios produciéndose una incapacidad para ver los objetos cercanos. Muchas personas, desde los 40 o 50 años padece de este mal y una de sus primeras señales es que, para ver bien, deben alejar más de lo normal aquello que tienen en sus manos porque las cosas se comienzan a ver borrosas.

En el ámbito médico, estos cambios se conocen como presbicia (palabra derivada del griego que significa ojo viejo). Un simple examen de visión sirve para diagnosticar los cambios característicos del ojo en la edad adulta. Para saber fehacientemente si el problema es presbicia, es preciso que un oftalmólogo u optometrista haga el examen, y será él quien recete la corrección necesaria. En la mayoría de los casos, la vista cansada se soluciona usando lentes que ayuden a ver de cerca con claridad.

 

Causas:

El poder de enfoque del ojo depende de la elasticidad del cristalino, la cual gradualmente se pierde a medida que los individuos envejecen. El resultado es una reducción lenta de la facultad del ojo para enfocar los objetos cercanos.

Los individuos usualmente se percatan de esta afección alrededor de 45 años, cuando se dan cuenta que necesitan sostener los materiales de lectura a una mayor distancia para poderlos enfocar. La presbicia es parte natural del proceso de envejecimiento y afecta a todos los individuos.

La alteración que ocurre en la vista cansada es el resultado de cambios normales que suceden en el cristalino del ojo con el paso del tiempo. El cristalino está compuesto por un grupo de fibras que se relajan o contraen para cambiar la forma del ojo según la distancia al objeto a enfocar, y ante un objeto distante se estrecha y aplana. En cambio, frente a un objeto cercano, el cristalino se engrosa y ensancha.

Por lo tanto, la causa que lo provoca es un acumulo de fibras en el cristalino con la edad. El proceso puede empezar en la niñez, pero mucha gente no se da cuenta hasta que es adulta y padece de vista cansada. Esta acumulación de fibras en el cristalino reduce la elasticidad de las mismas y hace más difícil que el ojo pueda enfocar con nitidez objetos cercanos.

La capacidad de acomodación que tiene el ojo depende del funcionamiento correcto de algunas de sus estructuras: el cristalino, los cuerpos ciliares y el músculo ciliar. Cuando miramos a un objeto cercano, se produce un desenfoque de la imagen en la retina. La percepción de este desenfoque desencadena la visión borrosa.

 

Evolución del trastorno:

El cristalino, ubicado detrás del iris, permite enfocar a distancias lejanas y cercanas. Alrededor de él hay unos músculos ciliares que lo contraen: él se engruesa para ver nítidos los objetos de cerca y, cuando se afina, busca el enfoque de lejos. A este proceso de le llama acomodación; pero, con los años, el músculo y el cristalino pierden potencia, elasticidad y flexibilidad. Es allí cuando aparece la presbicia y obliga a quienes nunca hayan usado lentes en su vida a portarlos de allí en adelante. Esta condición tiene como consecuencia que la persona no puede ver los objetos de cerca y, al contrario, su visión es borrosa. Deberán tratarse con prontitud quienes se desempeñen en trabajo de exigencias visuales como comunicadores sociales, diseñadores, ingenieros, técnicos, entre otros.

Si la persona sufre de otras afecciones visuales, igual recibirá a la presbicia en su edad adulta. Resulta más precoz en los hipermétropes y aparece con tardía en los miopes. También se le conoce como presbiopía y puede cambiar la vida para quienes hayan gozado de buena visión en su juventud, ya que deben acostumbrarse al uso de gafas. Deben evaluarse cada dos años, ya que la presbicia evoluciona con el tiempo.

 

Síntomas:

Debemos sospechar de la existencia de presbicia si a partir de cierta edad, generalmente 35-40 años pero puede ser algo antes o después, es necesario alejar la lectura o la costura más allá de lo que teníamos por costumbre. Este alejamiento lo producimos generalmente estirando los brazos, lo que tiene como efecto que veamos más nítidas las letras del texto o los hilos de la costura. También hace sospechar la presencia de presbicia la necesidad de acercar la lectura o la costura a una fuente de luz, con el mismo efecto de nitidez que con el alejamiento. Si se realizan las dos maniobras (estiramiento de brazos y acercamiento a la luz), los efectos pueden sumarse.

 

En resumen:

– Dificultad para ver de cerca al leer, escribir o coser.

– Necesidad de quitarse los anteojos para poder ver de cerca.

– Dificultad para enfocar de un objeto a otro.

– Reducción en la facultad para enfocar objetos cercanos

– Fatiga ocular tras observar algo cercano.

– Dolor y molestia en la cabeza.

 

Diagnóstico:

Siempre que al llegar a una cierta edad (a partir de los 30-35 años dependiendo de la latitud) se tengan dificultades para ver nítidos los objetos próximos se puede sospechar la presencia de presbicia. A veces, las personas no son concientes de sus dificultades de visión, que pueden ir evitando alejándose la tarea (estirando los brazos), aumentando la iluminación o dejando de leer o coser con la excusa de que cada vez les gusta menos. Si estas dificultades se presentan demasiado pronto (antes de los 30-35 años) es posible que exista otro problema visual añadido como la hipermetropía o el astigmatismo.

En cuanto se tenga dificultad para ver de cerca, se sufra de cansancio ocular o de dolores de cabeza, de inmediato se debe consultar a un especialista. Es importante recordar que a partir de los 35 o 40 años hay que ver al médico para detectar posibles aumentos en la presión del ojo (glaucomas).

 

En cuanto el médico reciba al paciente seguirá estos pasos:

– Hará una historia clínica poniendo especial interés en los problemas oculares.

– Preguntará por los medicamentos que se toman, ya que es posible que los síntomas se deban a los efectos secundarios de algún fármaco.

– Efectuará un examen completo del ojo, realizándole diversas pruebas como leer las letras de un cartel.

 

Entre los exámenes se encuentran:

– Agudeza visual

– Examen de refracción

– Integridad muscular

– Examen con lámpara de hendidura

– Examen de la retina

 

Tratamiento:

Aunque no existe un tratamiento efectivo, sí hay varias maneras de tolerar mejor estos cambios en la visión, como por ejemplo: leer con luz adecuada, que ésta esté sobre el hombro, utilizar una lupa o una linterna para leer textos con letra chica, y utilizar espejos de aumento para afeitarse.

El ojo para enfocar de cerca pone en marcha el mecanismo de acomodación, mediante el cual y por la acción de los músculos ciliares se varía el espesor del cristalino, aumentando por tanto la potencia del mismo. Esto hace que la imagen de un punto cercano se forme en la retina pudiendo verlo con nitidez. Con el paso del tiempo, los músculos ciliares se van haciendo menos potentes. Al mismo tiempo, el cristalino se va haciendo menos flexible, por lo que la capacidad para acomodar y poder ver de cerca va disminuyendo con la edad.

Entonces se puede decir que la presbicia es una condición óptica en la cual, debido a los cambios producidos por la edad, disminuye en forma irreversible el poder de acomodación. La presbicia es, por tanto, una condición fisiológica y no patológica.

La presbicia afecta por igual a miopes e hipermétropes, poniéndose de manifiesto antes en los últimos que en los primeros. Y, por supuesto, afecta a quienes nunca han usado anteojos. Aunque esto le resulte un problema a las personas que la padecen, les debe quedar claro que no lo es, pues se trata de una cuestión en absoluto fisiológica.

En los años sesenta se inventó la primera lente bifocal que revolucionó la visión de los individuos con presbicia, quienes dejaron de utilizar varios anteojos intercambiables para adoptar este único nuevo mecanismo.

Desde entonces, los científicos especializados en el tema no han dejado de investigar para encontrar una solución definitiva a este molesto problema. Los optometristas han avanzado bastante en este terreno. Se ha descubierto que las personas con problemas de presbicia necesitan más luz que cualquier individuo normal para poder percibir a la perfección.

Por ello, recomiendan equipar la casa con luces potentes, sobre todo en los lugares de lectura y de trabajo. También han trabajado sobre otros artículos y prótesis, como por ejemplo:

* Gafas: estos cristales de aumento vienen en diferentes estilos. Pueden ser de mano, de mesa, o estar montados sobre los propios lentes, e incluso alrededor del cuello. Muchos modelos tienen la luz integrada e incorporan diversas graduaciones de aumento en la misma lente.

* Mini telescopios y binoculares: sirven para ver de lejos y pueden adosarse fácilmente a los anteojos.

* Sistemas de alta tecnología: existen sistemas de video que permiten al paciente ajustar la amplificación de las letras hasta sesenta veces su tamaño normal, según sus necesidades.

Existen varias maneras para corregir esta condición como el uso de lentes convencionales, de contacto, cirugía de córnea o la implantación de lentes intraoculares, el paciente debe entender todos los procedimientos posibles; hay unos que recomiendan hacérselos y otros no.

Por ello, antes de tomar una decisión, tiene que ser tratado por un especialista en la materia. Será él quien le explique los beneficios y consecuencias de lo que implica una cirugía: Debe entender las opciones y que la intervención es selectiva, no obligatoria.

La corrección de la presbicia, por medio de una intervención quirúrgica, vio la luz en Venezuela por primera vez en el año 2000, cuando se operó a una mujer de 56 años en el Hospital de Clínicas Caracas.

Como ya hemos dicho, la presbicia es inevitable y no tiene solución. Lo que sí tiene solución es la consecuencia de la presbicia, que son las dificultades antes nombradas y sus posibles consecuencias futuras, que luego detallaremos. Sea cual sea el momento en que se presentan las dificultades visuales, se debe consultar a un especialista de la visión. Si es un poco pronto para que sea presbicia, el especialista determinará la causa de las dificultades, que puede ser otro problema visual (hipermetropía y/o astigmatismo) o, más raramente, un problema patológico. Siempre que se averigüe que es auténtica presbicia, la solución a las molestias y dificultades pasa por la utilización de lentes de adición, que restituyen la amplitud de acomodación necesaria y suficiente para poder realizar tareas de cerca cómodamente.

 

Métodos de tratamiento:

La presbicia se puede corregir con anteojos o lentes de contacto y, en algunos casos, basta con adicionar lentes bifocales a los ya existentes.

La prescripción se debe cambiar gradualmente ya que la facultad para enfocar disminuye con el paso del tiempo.

Cerca de a los 65 años, los ojos han perdido casi toda la elasticidad necesaria para enfocar de cerca, pero todavía se puede leer con la ayuda de la prescripción apropiada. Aun así, es muy probable que sea necesario conservar los materiales de lectura a una distancia mayor, con más luz y con letras más grandes.

Los individuos que no necesitan gafas para ver a distancia sólo requieren media gafa o gafas para leer.

Con el uso de los lentes de contacto, algunos individuos deciden corregir un ojo para visión cercana y el otro para visión lejana. Esto se llama “monovisión” y elimina la necesidad de los lentes bifocales o las gafas para leer, pero puede interferir con la percepción de la profundidad. También están disponibles nuevos lentes de contacto que pueden corregir tanto la visión cercana como la lejana con un mismo lente.

Existen nuevos procedimientos quirúrgicos que pueden también aportar soluciones para quienes no desean usar anteojos ni lentes de contacto.

 

Complicaciones:

Si no se corrige, el problema visual progresivo puede llevar al individuo a tener problemas con el estilo de vida, la conducción de vehículos o el trabajo.

 

Prevención:

No existe una forma comprobada para evitar la presbicia.

 

Pronóstico:

La visión se puede corregir con gafas y lentes de contacto.

Dr. Avilio Méndez Flores

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