Preclampsia

Definición:

Además de las molestias propias del embarazo, casi siempre pasajeras, en esta etapa especial para toda mujer pueden surgir complicaciones tan graves como para poner en peligro la vida del bebé y de la madre misma.
La más frecuente es un problema llamado toxemia gravídica o preclampsia, porque son precisamente toxinas que se generan en la placenta las que ocasionan el problema que al complicarse degenera en lo que se conoce como eclampsia.

Frecuencia:

La preclampsia, que afecta a un 10 % de las mujeres embarazadas en general y hasta un 25 entre las gestantes de nivel socioeconómico bajo, es un mal que se caracteriza por hipertensión arterial (presión alta), edema (hinchazón) por retención de líquidos, y entre otras alteraciones, fallas en la función renal.

Causas:

No se conoce la causa de estos problemas, pero se distinguen factores de riesgo que pueden predisponer a una mujer a padecerlos: que se trate del primer embarazo o que el embarazo sea gemelar o molar (cuando no hay embrión y la placenta sufre cambios degenerativos y aparecen en ella vesículas que semejan un racimo de uvas), que la mujer sea mayor de 35 años, tenga antecedentes de hipertensión arterial o problemas en los riñones.

Síntomas

:

Puede ser leve, moderada o severa y constituye además, un estado anterior a la eclampsia, el mismo cuadro pero mucho más grave a un grado extremo en que la paciente puede presentar crisis convulsivas.

Uno de los síntomas más claros de la preclampsia es la hipertensión arterial.
Los valores normales de presión arterial durante el embarazo son 120/80, pero si el valor de la presión diastólica (el número menor, 80, cuando es normal) se eleva, se considera indicativo de preclampsia.
Cuando el número llega a 90 se considera que la preclampsia es leve; si sube de 100 a 110, moderada; y por encima de 110, severa.

A la elevación de la presión suelen agregarse otros síntomas como la proteinuria o pérdida de proteínas por la orina, que es un signo de que los riñones no están trabajando como debieran; y el edema o hinchazón, que evidencia una retención de líquidos.

Estos síntomas pueden presentarse en cualquier momento del embarazo, pero usualmente lo hacen alrededor del quinto mes de gestación.

Manejo:

Es muy importante que la mujer esté en contacto con su obstetra durante el embarazo y que acuda a las citas periódicas para atender estos síntomas oportunamente, en caso de aparecer.
Lo usual es que se recomiende a la mujer controlar su peso, llevar una alimentación baja en sal y reposar si la preclampsia es leve.
Cuando es de moderada a severa pueden indicarse además medicamentos antihipertensivos y, si esto ocurre cerca del séptimo mes de embarazo, previendo que pudiera presentarse un trabajo de parto prematuro, se pueden indicar también inductores de madurez pulmonar (como betametasona) para acelerar la maduración de los pulmones del feto.
Sin embargo, si con estas medidas no se controlan los síntomas ni la presión, se interrumpe el embarazo para evitar daños al bebé o a la salud de la madre. Esto es debido a que, si la toxemia se agrava y degenera en eclampsia, la madre puede presentar hemorragia cerebral o en hígado.

Complicaciones:

• Insuficiencia aguda renal.
• Problemas en la coagulación de la sangre,
• Desprendimiento de la placenta en un 100 por ciento con un sangrado que si no se detecta puede provocar la muerte del feto.

Entre los datos que pueden predecir que una mujer entre en un estado de eclampsia están los siguientes:

• Zumbido de oídos.
• Destellos o pérdida momentánea de la vista.
• Fuerte dolor de cabeza.
• Dolor en la parte superior del abdomen (indica probable ruptura hepática).
• Falta de coordinación de las ideas.
• Respuesta exagerada en reflejos de rodilla.

Prevención:

• Desde el primer momento del embarazo, acudir con un especialista para evaluación y determinación si es una paciente de alto riesgo, sobre todo si en el primero, o en embarazos previos presentó preclampsia.
• Llevar una dieta balanceada y baja en sales.
• Controlar bien su peso, debe aumentar no más de 10 a 12 kilos en todo el embarazo.
• Llevar un control prenatal adecuado, no faltar a las citas periódicas y siguir las indicaciones del médico.

Dr. Avilio Méndez Flores

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