Escuela para padres VI (Educación moral)
-Los moralistas consideran que “el uso de razón” comienza en el niño hacia los siete años de edad.
-Entre los cuatro y los seis años, los niños imitan a los mayores; hacia los nueve empiezan a conocer las normas o reglas en sí mismas.
-El “hay que hacer” en el niño se ve reemplazado por el “vamos a hacer”.
-Evítense las prohibiciones o imperativos. Es útil presentar al niño modelos que favorezcan su identificación.
-No se debe acusar a los niños de “malos”.
-La flojera no es un vicio; en la mayoría de los casos es una enfermedad.
-La madre no debe acaparar excesivamente a su hijo y mantenerlo así en estado permanente de bebé.
-La inhibición del padre tiene resultados nefastos. El padre es tan importante como la madre para la educación del niño.
-Gran número de síntomas anormales en los niños pueden ser de origen psíquico.
-La primera condición para educar moralmente a los hijos es que éstos encuentren durante los primeros años de su vida un sólido amor familiar.
-La época durante la cual realiza el niño su primera comunión es decisiva para su formación espiritual, moral y religiosa.
-A partir de los diez u once años, se va formando en los muchachos el concepto definitivo de la moral colectiva.
-Los padres deben evitar, a toda costa, las irregularidades, equívocos o situaciones falsas de la vida conyugal ante los hijos.
-Debe absolutamente evitarse el sentimiento de envidia en el seno de la familia.
-Para poder llevar los castigos al mínimo posible, es preciso reducir también los mandatos y prohibiciones al mínimo posible.
-El favoritismo no debe manifestarse jamás y mucho menos la injusticia: los padres observarán una completa y absoluta imparcialidad frente a los problemas y conflictos que surjan entre sus hijos.
-La madre nunca debe usurpar en la familia el lugar del padre.
-Por excelente que sea un maestro, jamás debe sustituir a un padre en la formación integral de un niño.
Dr. Avilio Méndez Flores
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